martes, 18 de noviembre de 2008

Una de piratas


Mientras el mundo recuerda que existe un país llamado Somalia por el secuestro de un barco petrolero y de uno de trigo, lo concreto es que los gobiernos civilizados hacen escandalosas "ayudas al desarrollo".
La deuda que Somalia mantiene con el Estado español asciende a 22,63 millones de euros, cifra que tan sólo representa el 0,8% del total de su deuda exterior. Esta cantidad proviene de dos créditos FAD que se otorgaron bajo el régimen dictatorial de Mohamed Siad Barre para la venta de vehículos militares españoles cuando Felipe González era presidente del Gobierno.
Aunque la legislación internacional del momento permitía desarrollar dichas operaciones mediante créditos concesionales como el FAD no parece que ello sea legítimo, ya que en este caso se trataba de alimentar la máquina militar de un régimen dictatorial y sanguinario como el de Barre. Menos todavía si se tiene en cuenta que éstos computaron como Ayuda Oficial al Desarrollo.
Está claro que la venta de material militar no es una prioridad de desarrollo para un país como Somalia donde la esperanza de vida al nacer se encuentra en 47 años. Estos créditos sirvieron para mantener o fortalecer al régimen dictatorial y represor de Somalia, es decir, el gobierno de Felipe González es corresponsable del más que probable origen ilegítimo del 100% de la deuda somalí.
En consecuencia, el actual gobierno del PSOE, más que esperar el cobro de dicha deuda, lo que debería hacer es auditar el caso, cancelar la deuda ilegítima y exigir responsabilidades a aquellos que concedieron los créditos, por más que los imputados pudieran ser de su mismo color político.

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