jueves, 11 de septiembre de 2008

Baleó a Berges y dice: “Fue un escrache a los tiros”

Como tengo que ponerme a escribir y no lo hago, subo una nota muy vieja (la hice para la facultad, allá por el 2004 o 2005), pero creo que tiene cosas interesantes de cómo se veía la realidad por esos años y en los 90'.

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El hombre que hace ocho años disparó contra el médico torturador Jorge Bergés tramita ante la justicia un contrato de trabajo con la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, a la espera de la libertad condicional que podrá pedir en febrero de 2006. Adrián Krmpotic le pide al gobierno una conmutación de la pena, pero manifiesta: "Sigo defendiendo la importancia, la necesidad y la justicia de lo que hicimos”.
“El sólo hecho de que el torturador tenga que mirar por arriba del hombro para ver qué pasa, a nosotros nos parecía importante en ese momento”, dice Krmpotic, quien argumenta que no lo quisieron matar sino secuestrar para que confiese. “Fue un escrache a los tiros”, agrega, en alusión a que el médico represor fue desplazado de la Policía Bonaerense luego del ataque y a que el Hospital Churruca se negó a recibirlo.
Los escraches tomaron forma justamente el año en que la Organización Revolucionaria del Pueblo (ORP) baleó a Bergés, el 4 de abril de 1996. Esta forma de protesta surgió luego de una serie altercados en restaurantes contra Alfredo Astiz, Luciano Benjamín Menéndez y Emilio Massera, y el primer personaje elegido por H.I.J.O.S. fue un médico encargado de los partos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA).
Krmpotic inició su militancia durante los últimos años de la dictadura y los primeros de la democracia. Trabajó en Abuelas de Plaza de Mayo en la recuperación de chicos apropiados por los militares y en 1989, junto a otros dirigentes críticos de la impunidad, consideró necesaria la acción armada. “En un marco donde estaba rota la mediación y desaparecida la justicia, y marchitados los organismos de derechos humanos y la política, no creo que sea cuestionable lo que hicimos, aunque entiendo que puedan no compartirlo”, afirma Krmpotic.
El ex dirigente de la ORP entiende que al consagrarse la impunidad, con las leyes de Obediencia de Vida y Punto Final y con los indultos del ex presidente Carlos Menem, los organismos de derechos humanos, excepto Abuelas de Plaza de Mayo, se refugiaron en la defensa de la memoria. “No es que no haya sido importante, pero no era su objetivo”, señala.
“En su afán por no quedar pegados con un hecho violento –agrega Krmpotic-, los organismos de derechos humanos y los partidos de izquierda fueron funcionales al gobierno, que para evitar que esto fuera tomado como un hecho a seguir lo que hizo fue sembrar dudas sobre la identidad de los atacantes”.
Aunque explica que pudo haber confusiones en un principio sobre quienes habían sido los autores del ataque a Bergés, ya que las detenciones se produjeron en 1997, el ex militante de la ORP aduce: “Nadie podía alegar honestamente no saber quienes éramos y de qué se trataba, y sin excepción todos alegaron desconocimiento, como una forma de tomar distancia”.
Es que, según Krmpotic, personajes que en aquel entonces estaban en ascenso, como los fallecidos Alfredo Bravo y Simón Lazara, recibían su periódico, en donde se estaba claro que iban hacia esa vía. Además, tenían reuniones con otros dirigentes.
Formada por jóvenes que terminaron el secundario durante la última dictadura militar, la ORP desapareció en la cárcel. Su líder fue condenado por el ataque a Bergés y a una serie de cajeros automáticos desde 1992. El resto de los dirigentes ya fueron liberados en los cinco años que duró el proceso judicial.
“Explicar una derrota es siempre una actividad ingrata”, dice el líder de la extinguida ORP. Krmpotic fue sentenciado a 18 años de prisión, estuvo más de dos años en Caseros y otros tantos en Devoto, donde estudió Sociología y de donde sale de 7 a 23 para trabajar. También ahí está Bergés, quien recibió en marzo una condena de siete años por el robo de una bebe nacida en cautiverio, y fue liberado en agosto. Es que una semana después el represor fue encarcelado y embargado en una causa por torturas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena nota, es impresionante como cambiaron las cosas a partir del 19 y 20 de diciembre del 2001.