Zonceras del Mundo Mundial

Cuando José Pablo Feinmann dijo que cualquier "pelotudo tiene un blog", sin saberlo, me dio ánimos para abrirme uno. Las palabras justas en el momento preciso son importantes: el mismo José Pablo lo graficó muy bien cuando explicó cómo el "¿por qué no te callas?" del Rey Juan Carlos a Hugo Chávez era, de alguna manera, una expesión discursiva pobre ante un mandatario que posee, quizá en exceso (si es que puede haber exceso de algo tan positivo), la virtud del verbo, que así pasó de colonizadores a colonizados.

Creo que no debo ahondar en los autores que le dan a la palabra ese estatus fundamental en la filosofía y, tratándose de un blog más bien argentino, tampoco de lo dicho por Arturo Jauretche sobre las "zonceras", así que simplemente voy a extender estos conceptos al mundo mundial, para ver qué surge.

Y es que si en América Latina aún se nos quiere regir por los conceptos de Civilización o Barbarie, la situación en África es aún más evidente porque son las propias ONGs las que llevan muchas veces ese mensaje. Así, el Arca del Zoe, una no gubernamental francesa, que intentó llevarse del Chad a 103 chicos porque eran "huérfanos". Más allá de las mentiras, muchos tenían padre o madre y para sacarlos del país les pusieron vendas para simular heridas, lo cierto es que en las lenguas de origen Bantú no existe tal concepto de "huérfano", simplemente porque en muchas culturas africanas los primos, tíos, abuelos, cuñados, etc, viven en un mismo núcleo familiar, que llega a superar las 100 personas, y en caso de fallecimiento se hacer cargo de los chicos de sus parientes. En un primer momento, los medios de comunicación occidentales hablaron de "traslado irregular", cuando se trató de un simple intento de secuestro, o acaso si hubiese sido al revés, si una ONG chadiana hubiese desembarcado en Francia para llevarse 1 3 chicos parisinos se hubiera hablado de ¿"traslado irregular"? y ¿a los secuestrados se los hubiese llamado "cooperantes"?



Las palabras son importantes, pero también los números: los países destinan año tras año 100 mil millones de dólares en proyectos de cooperación con los del sur, que a su vez les pagan por deuda externa 300 mil millones. En ese marco, cabe preguntarse ¿qué países financian el desarrollo de que otros países? Vale la pena desmenuzar un poco los números porque, aparte que muchas de las ganancias que recogen las empresas multinacionales proviene del sur, de los 100 mil millones que destinan los países ricos, sólo 60 mil millones son donaciones, el resto son prestamos. Esa manía de computar a los créditos como ayuda se ve estos días por la Crisis Alimentaria. En la Cumbre de la FAO el Banco Mundial prometió 1.000 millones de dólares en ayudas, de los cuales sólo 100 millones son donaciones, el resto prestamos; y España prometió otros 500 millones y, aunque no especificó si son donaciones o créditos, los antecedentes no la ayudan: por el Tsunami donó 50 millones, de los cuales sólo 2 eran donaciones.

Los números y las palabras se unen en torno al concepto de "desarrollo", que traducido a las lenguas bantúes significa "sueño del hombre blanco".