jueves, 29 de enero de 2009

Buscando un símbolo de paz

Negar que en Argentina exista un creciente clima anti-israelí es de imbéciles. Ahora, decir que se trata de antisemitismo, es –al igual que usar símbolos nazis para referirse a lo que está haciendo el Ejército Israeli— apostar por la confrontación: yo si fuese judío no negociaría nunca con un antisemita, porque siento que esa persona sólo piensa en meterme en una cámara de gas; y, con el uso de esa terminología, la colectividad judía en Argentina colabora peligrosamente con quienes apuestan sólo a masacrar al pueblo palestino para lograr la paz. Asimismo, hacen lo mismo quienes usan símbolos nazis para referirse a lo que está haciendo el Ejército de Israel o manifiestan que son “ratas” los sionistas que financieramente colaboran con la guerra.
Según la Real Academia Española, Antisemita “es Enemigo de la raza hebrea, de su cultura o de su influencia”. La verdad es que considero que la inmensa mayoría de las más de quince mil personas que la semana pasada se manifestaron en Buenos Aires contra los ataques del Estado de Israel no son antisemitas, menos aún los integrantes de APEMIA (Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (Asociación de Mutuales Israelíes Argentinas).
Fue una vez más Laura Ginsberg, esa mujer que años atrás nos recordó que las víctimas de los atentados eran argentinos y que era el gobierno argentino el que garantizaba la impunidad, la que rompe el silencio desde el propio seno del dolor de quienes perdieron a sus familiares. “DAIA y la Embajada de Israel vulgarizan el concepto de antisemitismo al confundir deliberadamente el repudio popular a los ataques del Estado de Israel con los ataques a individuos o a instituciones por su condición religiosa o étnica”, dijo, y agregó que el país no vive ningún “tsunami antisemita”.
“El gobierno israelí –aseguró Grinsberg— manipula una acusación internacional de antisemitismo y pretende que los Estados enfrenten y prohíban la manifestación del repudio popular contra esta política de exterminio.”
“Un aspecto –agregó— de esta manipulación consiste en descalificar y hasta ocultar que somos muchas las víctimas del terrorismo de Estado en AMIA que nos solidarizamos con las víctimas del terrorismo de Estado en Gaza. Resulta que ahora yo, que soy una damnificada de la masacre de la AMIA y de origen judío, que sé que el Estado argentino es responsable de este atentado en, al menos, su ‘encubrimiento agravado’, y que defiendo a las víctimas de la criminalidad de los Estados en Israel y en la Argentina, me estaría aprovechando de esta situación internacional para provocar el antisemitismo hasta ahora encubierto y reprimido. ¡Un verdadero disparate! El nivel de manipulación para confundir a la opinión pública no conoce límites”.
Por su parte, la titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, María José Lubertino, manifestó: “Israel violó reglas de derecho internacional y se le vino en contra”; y la colectividad judía inmediatamente reclamó su renuncia por todos los medios de comunicación posibles. Más allá de que es una frase desafortunada, porque el cargo que ocupa, lo dicho es simplemente un dato objetivo. La ONU emitió una resolución que fue incumplida, se usaron armas prohibidas y se disparó contra población civil; y eso tuvo una reacción negativa de ciudadanos de todo el mundo. No considero que, como declaró la AMIA, se trate de una “campaña perfectamente organizada, pagada y financiada, que intenta disfrazar su odio y su intolerancia bajo el manto de su antisionismo o antiisraelísmo” y mucho menos lo expresado por el embajador argentino en Estados Unidos, Héctor Timerman, quien se manifestó sorprendido de “que salgan a hostigar cuando el conflicto es en Medio Oriente, habiendo muchos conflictos en todo el mundo”.
Todo esto ocurre mientras que periodistas de distintos medios de comunicación han recibido amenazas por manifestar su rechazo a los bombardeos a la Franja de Gaza, se multiplica la censura, pero de esto no se habla.

Pintadas tildadas erróneamente de antisemitas

Expresiones cuestionables

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace unos años, cuatro o cinco, en Italia, se había instalado en los medios la confrontación entre la nieta, creo, de Mussolini y las autoridades del que fuera el partido fascista italiano. La discusión era sobre el acercamiento que había tenido hacia Israel el entonces ministro del interior de Berlusconi, que pertenecía a este partido nacionalista, y la heredera sanguínea de Mussonini, que obviamente denostaba esta vecindad. Los antiguos fascistas se rasgaban las vestiduras por la nueva amistad. Sin advertir la coherencia meridiana de la que hacía gala la derecha italiana. Si se analizaba la política desarrollada por el estado de Israel frente a sus enemigos, tanto en lo territorial como en lo humano, podrían refrescarse slogans bajo los cuales vibró más de un viejo nazi, tales como: "el espacio vital", "el exterminio en busca de la pureza racial", etc. etc. El fascismo, hoy por hoy es Israel en Palestina.

CMorel

Anónimo dijo...

Judio de mierda andate a tu pais, y si no tenes es porque UNA RELIGION NO ES UN PAIS Y NO MERECE UNA NACION CON TERRITORIO DELIMITADO Y MENOS SI ES ROBADO A OTRO PUEBLO:: LO QUE ISRAEL HACE EN LA ACTUALIDAD SOBRE PALESTINA Y SOBRE EL TERRITORIO QUE LE ROBARON; NO TIENE NOMBRE; CASI QUE JUSTIFICAN LO QUE LES PASO A UDS EN OTRO MOMENTO (dije casi)